Nunca pude entender bien esta tendencia a escribir cuando estoy con la depre, tal vez es lo mas común del mundo, aunque me inclino a pensar que es mas bien por herencia…
Vengo de una familia de nostálgicos recalcitrantes, de sarcásticos irascibles, de buenudos con mala suerte…
Mi abuela, Blanca, poetisa aficionada como yo, nunca pudo escribir mas que sobre tristeza, esperanzas rotas, abandono. Mi abuela, un ser de luz chapoteando en el barro, todo un potencial de mujer solapado por su madre y su esposo… una verdadera tragedia. Mi otra abuela, Selmira, me regaló la melancolía, el gusto por la soledad, los abrazos. De mis abuelos mucho no puedo hablar, a uno apenas lo conocí, al otro lo conozco demasiado para saber que no me parezco en nada.
Mi madre, exigente, dominante, supo querernos sin caricias, de ella heredé el limón en las palabras, el gusto por la lectura, la afición por las manualidades, el malhumor. De mi padre la mansedumbre, la sensación de claustrofobia que provoca la disconformidad con la vida diaria, y la incapacidad de hacer algo al respecto. Son el agua y el aceite personificados, un misterio de la ciencia.
Soy lo que soy, un bagaje de experiencias sumado al fatídico sino de la genética y así ando por la vida, paseando mi cabecita loca, viviendo lo mejor que puedo y tratando de encontrar mi lugar en el mundo.
4 comentarios:
Hola Ais, gracias por tus visitas y los hermosos comentarios.
Respecto a tu post, creo que es una liberacion de temas que llevas dentro y eso hace bien... es lo que creo.
Excelente.
Te abrazo
MentesSueltas
Gracias por el apoyo!
Un abrazo,
Ais.
Escribes porque sabes que la palabra es sanadora, aunque sepa a escarcha y a limón. Ya tendrá sabores diferentes.
Saber de donde vienes, te permitirá tener más claro saber hacia donde vas.
Un beso.
BUENO LA VERDAD QUE ME ENCATO SE QUE TODO LO SENTISTES CON EL CORAZON
TE DESEO LO MEJOR SUERTE
BESO TIA
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